jueves, 17 de junio de 2010

La fiebre del románico


Hola a todos de nuevo.


 
Siguiendo con el tema que abrí hace tiempo de "nobles piedras", os presento hoy la nueva colección de canecillos románicos. Esta colección (que ampliaré poco a poco) pretende ser un homenaje a estos anónimos escultores.




Aprovechando que "el Pisuerga pasa por Valladolid", hemos hecho unas excursioncillas muy majas a ver románico. Picamos un poco de aquí y un poco de allá.

 
 
Por si alguno anda perdidillo, os recuerdo que su nueva función es la de sujetalibros. Son canecillos reconvertidos.
Están hechos de barro rojo  y dados un engobe que imita la piedra (en esta ocasión he empleado distintos tonos para unos y otros).


...Y estos son los primeros resultados...

Del magnífico y amplio románico cántabro:






Estos dos canecillos están basados en dos de los muchos e interesantes de la Iglesia de Silió.









Este se corresponde con uno de los de la Iglesia de Yermo (que por cierto, tampoco anda coja en canecillos, y tiene unos capiteles estupendos).









Y este es de la de Castañeda. Impresionante Colegiata...







Y como en Castilla y León tampoco andamos nada mal de románico (y si no que se lo pregunten a los palentinos), ahí van esos:





De la Iglesia de Nogales de Pisuerga (Palencia)...









... y de la de Fuentidueña (Segovia), que tiene muchos y buenísimos personajes.






Tengo muchísimos más por hacer, y es que el románico es impresionante en variedad de temas, en calidad y, por supuesto, en cantidad. ¡¡Son tantos los canecillos y tan escaso el tiempo!!

Espero que os hayan gustado.