viernes, 23 de diciembre de 2011

Pruebas "minúsculas"




Para ir terminando el año 2011 hicimos más pruebas (como siempre), pero de pequeño tamaño (...minúsculas, como el blog...)






Hasta ahora, siempre habíamos hecho la terra sigillata con las tierras recogidas del campo (ya se sabe, haces un excursión, ves un posible buen barro, sacas la pala del coche...) Es una cosa que realmente nos gusta y divierte. Pero al meternos con el rakú desnudo, nos vimos en la necesidad de obtener una terra sigillata blanca, así que tuvimos que emplear barros comerciales.
En primer lugar, probamos con gres blanco. Dio buenos resultados tanto sobre una base de gres como sobre barro rojo. De hecho, es el que usamos para el rakú.
Luego, como pensamos que quizá nos tachasen de poco puristas, probamos con un barro blanco en polvo comercial (Argirec). Los resultados fueron malos. No agarraba bien sobre ninguna base. Una vez cocido se pelaba.
Cambiamos y compramos ball-clay. Este sí que funciona, pero los resultados no eran precisamente espectaculares (y en precio, se nota).
Conclusión, nos quedamos con el blanco hecho del gres.
Ya metidos en probar comerciales, lo hicimos con el famoso barro rojo de la marca SIO2. Los resultados fueron muy buenos.
Pero claro,  no podíamos soportar la tentación de probar con una "nuestra", que recogimos este verano en Asturias. Salió muy bien también.

Estas son pruebas ya sobre cacharritos, después de haber hecho pruebas previas y haber descartado las terras "inservibles".

 - Fila de arriba: terra Asturias, con dibujo en terra ball-clay (izq.) y terra SIO2 con dibujo de terra gres (dcha.)
- Centro: platito de terra gres con dibujo de terra Asturias.
- Fila de abajo: terra ball-clay con dibujo de terra Asturias y terra SIO2 (izq.); terra SIO2 con dibujo de terra Asturias (centro); y terra gres con dibujos de terra SIO2 (dcha.).

Mismos cacharritos y disposición, una vez cocidos en horno eléctrico a 900ºC.


Como podéis observar, las diferencias entre el blanco del gres y del ball-clay son mínimas. Tampoco hay mucha diferencia entre el SIO2 y el de Asturias, aunque en este caso si hay un poco de matiz.





Y ya metidos a probar, le dimos un "ahumadito" con serrín. Los que más nos convencieron fueron estos dos:







La que hemos denominado terra gres se ahuma muy bien, y coge un negro muy bonito y brillante. Por el contrario, la terra SIO2 no se ahuma, lo que nos va a permitir en un futuro (espero que no muy lejano) jugar con ambas.

¡¡Se nos acumula el trabajo!! Más cosas para probar... Se nos avecina un 2012 de muchas pruebas (esperemos que fructíferas).

Aprovecho esta entrada para desearos a todos ¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

viernes, 9 de diciembre de 2011

Negro, negro.

Y seguimos experimentando y  aprendiendo...





Estas piezas las hemos cocido en gaceta. Es decir, las hemos metido al horno de gas dentro de un recipiente cerrado casi hermético, con una ramita de madera dentro.






Y el resultado es, como veis un negro metalizado, bastante interesante.



















Esto se debe a haber cerrado el recipiente completamente. Este hecho produce una reducción muy fuerte, al no entrar oxígeno durante la quema.










Habrá que seguir probando... (tantas cosas por probar y ¡tan poco tiempo!)

sábado, 26 de noviembre de 2011

Cómo se hizo...

Una vez más, me dispongo a cumplir la promesa que hice.


Seguramente, los que hayáis hecho rakú desnudo no coincidáis completamente con mi forma de hacerlo (o tal vez sí...)

Esta técnica en cuestión, para los que no lo sepáis, consiste en aplicar sobre una pieza bizcochada, un engobe de reserva y un esmalte que craquele (o sea, que se raje o fisure). Se mete al horno y se saca al rojo. Se deja craquelar el esmalte al contacto brusco con el aire y se le hecha serrín para que el humo entre por las grietas que se han hecho en el esmalte y dejen su rastro negro. Después, se le moja para que el engobe de reserva salte junto con el esmalte. El resultado: piezas blancas y negras. Este es un breve resumen:



Y aquí algunas piezas de rakú desnudo:


Vista desde arriba.








Vista desde arriba


Para terminar, os muestro detalle de la diferencia entre aplicar un esmalte y otro, a la misma temperatura (800º). En ambos casos, sólo se han hecho unas rayas con un palillo sobre la preparación (engobe + esmalte):

Con CQ3
Con ATP/14/1













 
Espero que os haya gustado. A mí, personalmente, el tema en cuestión me ha picado... y por supuesto, ya lo he empezado a aplicar a mis animalillos...

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Empezando con el rakú desnudo.



Bueno, pues siguiendo con la entrada anterior, he aquí el hornete con alguna de las piezas preparaditas para hacer el rakú desnudo (o naked raku).

(De verdad que en otra entrada os cuento como las preparo...)





Se prende el horno y cuando estan al rojo, se sacan.

Al contacto con el aire, el esmalte que tiene por encima se craquela (se fisura).




A continuación, tras esperar un poquito, se echa serrín por encima de la pieza, que con el calor que tiene se prende y ahuma. Con esto se consigue que el humo se meta por las grietas que se hicieron antes.





Lo siguiente, cuando está como queremos de ahumado, es hacer saltar el engobe (que está debajo del esmalte que se craqueló) echándole agua poquito a poco.
Perdonad, pero de este momento (tan bonito de ver en vivo) no tengo más que esta foto de una pieza de prueba. De todas formas, creo que ilustra lo que sucede.

Con todo esto, lo que conseguimos es una pieza brillante blanca y negra, con o sin dibujos y con los caprichos del humo.


Estos son algunos de los resultados (como aperitivo). Espero que os gusten:






viernes, 4 de noviembre de 2011

No hay dos sin tres...



Bueno, pues ya liados a hacer hornos, nos hemos hecho este hornete para rakú.




En el encuentro que tuvimos en verano en Baños de Montemayor (ver entrada), estuvimos aprendiendo a hacer rakú desnudo, y la verdad es que me ha picado el tema, pero claro, sin horno apropiado no se puede hacer.







Así que con la fibra que nos sobró del horno de gas, una malla metálica, unos botones de gres y el quemador, nos hicimos este horno.

Energéticamente hablando es mucho peor que el otro, ya que sólo tiene una vuelta de fibra, lo que hace que pierda calor, pero sube como un cohete a los 800-900º requeridos.


 


Y ¿qué más necesitábamos? Pues unas pinzas. Y como no las teníamos, nos las fabricamos.
Ya metidos a la faena, pues nos hicimos dos distintas. Las dos funcionan muy bien.





 Ahora si que podíamos empezar a hacer rakú desnudo. Disponíamos ya de todo lo necesario: horno, quemador, pinzas, guantes, serrín y agua.







...Pero lo del rakú desnudo, lo pospongo para la próxima entrada...

martes, 25 de octubre de 2011

"Con algas y a lo loco"


Volviendo sobre mis propios pasos, retomamos el tema de las cocciones en hoyo con sales (eso sí, sales naturales).
 







En las últimas cocciones añadimos un nuevo elemento, las algas de mar, que dieron un acabado muy satisfactorio.











Además también echamos sal común y café.
Pero esos tonos rojizos son debidos a las algas.
También aparecen tonos azulados.
¡Grandes personajes esas algas!











Todos estos jarrones están hechos con barro refractario blanco de chamota fina. Bizcochados en el horno de gas y ahumados en hoyo, haciendo un pit-firing, con serrín y sales naturales, como ya he comentado.

sábado, 15 de octubre de 2011

...Y ahumar, ahumar, ahumar...







Seguimos ahumando en nuestro hoyo, a nuestro rollo.






Las piezas de barro refractario blanco con chamota fina (para que soporten bien el choque térmico), bien bruñidas...






... las metemos al hoyo, con el serrín, la viruta y las sales naturales (café, sal marina, cáscara de plátano seca, piel de berenjena...) Bueno, este proceso ya lo conté anteriormente.








Aquí tenemos la "foto de familia":



Pero, como me gusta probar más que comer con los dedos (como se suele decir), metimos un par de cacharrillos más:







Están hechos en barro rojo chamotado.




En este le apliqué una terra sigillata blanca en la parte de la luna.






Y la verdad es que el azar y el humo dieron un resultado que me parece agradable...

lunes, 26 de septiembre de 2011

Haciendo el animal (otra vez).






Aprovechando los experimentos del verano sobre las cocciones en hoyo con sales, me animé a hacer nuevos animalillos.













El dromedario está hecho en barro rojo chamotado. Después está bruñido y cocido en el horno de gas. Una vez bizcochado pasó al hoyo con serrín, sal y café.









Este reno tiene el mismo proceso y el mismo material.





El caballo está hecho con gres blanco de chamota fina y bruñido.








Estas son las tres hermanas jirafas. Son mucho más pequeñas que mis jirafas anteriores. Están realizadas en barro rojo chamotado, bruñidas, hechas las manchas con terra sigillata y bizcochadas en el horno de gas. Después fueron muy buenas y pasaron al hoyo como buenas chicas sin rechistar.







Bueno, dicho esto, nos vamos yendo...






...y perdonadnos si os damos la espalda...



...hasta la próxima...

martes, 30 de agosto de 2011

¡Uno más en la familia!



Pues sí, este es el nuevo miembro de nuestra familia cerámica...
Le hemos puesto de nombre "La General" (por su parecido con la locomotora de la película).




Nuestro pequeñín ya ha hecho varias cocciones, y ha conseguido llegar a los 1260ºC como un campeón.







En nuestro afán investigador-creador, y recordando esos conocimientos electrónicos de Fernando, nos hicimos nuestro propio pirómetro (lo comprobamos con los comerciales de nuestros amigos del encuentro cerámico e iba de miedo).
La foto es la de su "nacimiento".



La realización del horno nos ha llevado su tiempo, pero ha merecido la pena. El "cómo se hizo" se puede ver en la siguiente presentación:



En el proceso de realización tuvimos que hacer varias modificaciones, como aumentar la chimenea y el agujero del quemador. Todavía tenemos pendientes algún cambio que nos permita controlar más la atmósfera del horno, pero... ¡todo se andará!






Como resultado de nuestra primera cocción en alta (1260ºC) obtuvimos este mural.








De nuevo, este ha sido un proyecto en el que hemos liado a mucha gente, y gracias a toda ella ha salido adelante, así que queremos agradecer sus esfuerzos y apoyos:

Pedro nos ha hecho esa preciosa estructura metálica;
Urbano nos ha ayudado en un sinfín de cosas y cositas mientras lo hacíamos;
a Alejandra, por su inestimable e imprescindible apoyo logístico;
a Carlos que nos ayudó a comprender unas cuantas cosillas del gas;
a los componentes del foro Cerámico de Manises que nos dieron indicaciones importantes a tener en cuenta además de ánimos;
a la ceramista Mar Antón.