viernes, 4 de noviembre de 2011
No hay dos sin tres...
Bueno, pues ya liados a hacer hornos, nos hemos hecho este hornete para rakú.
En el encuentro que tuvimos en verano en Baños de Montemayor (ver entrada), estuvimos aprendiendo a hacer rakú desnudo, y la verdad es que me ha picado el tema, pero claro, sin horno apropiado no se puede hacer.
Así que con la fibra que nos sobró del horno de gas, una malla metálica, unos botones de gres y el quemador, nos hicimos este horno.
Energéticamente hablando es mucho peor que el otro, ya que sólo tiene una vuelta de fibra, lo que hace que pierda calor, pero sube como un cohete a los 800-900º requeridos.
Y ¿qué más necesitábamos? Pues unas pinzas. Y como no las teníamos, nos las fabricamos.
Ya metidos a la faena, pues nos hicimos dos distintas. Las dos funcionan muy bien.
Ahora si que podíamos empezar a hacer rakú desnudo. Disponíamos ya de todo lo necesario: horno, quemador, pinzas, guantes, serrín y agua.
...Pero lo del rakú desnudo, lo pospongo para la próxima entrada...
Etiquetas:
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reducción
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Qué envidia!!! Qué ganas de ver lo que salió de este fantástico hornito C-:
ResponderEliminarseguro que salen cosas muy chulas y a mi también me dais mucha envidia, quien pudiera tener un sitio para hacer todas esas cosas
ResponderEliminarHola Eli: gracias por tu entusiasmo. Espero no defraudar. Pronto ahoré la siguiente entrada (espero...)
ResponderEliminarUn saludo
Hola Amparo: bueno, sitio, sitio, no es que tenga muy a mano. Para estas cosas me tengo que trasladar un poquito, así que tampoco las puedo hacer siempre que quiero... quizá cuando seamos ricas las dos podamos tener un taller con patio y todo, je,je.
ResponderEliminarEn cualquier caso, seguiremos disfrutando con la cerámica.
Un abrazo