domingo, 26 de febrero de 2012

Pequeños Astures




Ayer me llegó esta entrada del blog de la Escuela de Podes (Asturias):


(Medio) Éxito de nuestro experimento.





Han hecho un "experimento cerámico" aprovechando que estaban estudiando a los Astures.

Desde aquí me parece que se merecen un reconocimiento. Creo que es un gran ejemplo educativo: tienen un tema a estudiar y, aprovechándolo, lo toman como eje central para realizar un montón de actividades, que sin duda alguna harán que se acuerden mucho mejor de todo lo que estudiaron, lo comprendan mejor y disfruten estudiándolo. Os aconsejo que le echéis un vistazo al blog en general: hacen cosas muy interesantes y las reflejan en el blog que ellos mismos (los alumnos) hacen. Claro, que no hay que olvidar al equipo educativo que está detrás... Son un ejemplo de que se pueden hacer grandes cosas cuando hay ilusión e imaginación, aunque haya pocos medios.

En el tema cerámico, hicieron unos cacharrillos de barro mediante churros que luego cocieron en una hoguera, simulando así las cocciones ancestrales.

De verdad creo que es una experiencia muy interesante para hacer con los chavales.

¡Bravo chicos/as de Podes! ...Y a seguir trabajando.

viernes, 10 de febrero de 2012

Pesada carga.

Continuando con el estudio sobre gestos... tras la sonrisa me tocaba la tristeza.

 
 







"Este es el pobre Ramón. Su historia es una historia triste. La vida no ha sido justa con él ni con los suyos; eso es lo que más le pesa... los suyos."










Volviendo a la "cerámica realidad", quería hacer una reflexión en alto sobre algo que me trae "frita": los ojos.



Los ojos son (según dicen) el espejo del alma. Y eso precisamente, lo que siente el alma, es lo que expresan nuestras emociones, esas que yo quiero plasmar en el barro.





Lo cierto, es que los ojos, los párpados, las cejas y las arrugas que se nos forman en el rostro al cambiar de expresión, conforman un todo.

Hay un gran problema con los ojos de cerámica... no se hacen significativos sin el color, sin su brillo propio. En el próximo busto voy a intentar hacer los ojos como los hacen algunos escultores, que vacían el iris... aunque a priori, no me convence mucho, la verdad.





En fin, reflexionando sobre este problema, y sobre la situación actual del mundo, dejamos a Ramón, deseándole algo de felicidad en su vida...