
Se llama Ernesto: medio árbol, medio persona. Eso sí con sorpresa en la testa.
Aquí está. Cobija un par de pajaritos a los que cuidará hasta que se hagan mayores.
Ernesto está hecho con barro refractario negro, cocido a 1260ºC.
Espero que se os ocurran muchas historias para él (creo que le hace ilusión).