Quiero compartir con todos los que lean este blog mi pasión por el barro refractario. Que no me malinterprete nadie. No niego yo las virtudes del barro rojo o la loza (sin olvidarnos de la porcelana), pues cada cosa es para lo que es, pero las cerámicas realizadas con barro refractario poseen una personalidad propia, gracias, sobre todo a su textura.
Aprovecho la ocasión para mostrar unos cuadros de este material que todavía no había expuesto aquí.
"Villalón": es una vista de la Iglesia de San Miguel, en Villalón de Campos. Está placa de cerámica está realizada en barro refractario y envejecida con óxido de hierro. Con esta técnica, además de dar el aspecto envejecido, conseguimos realzar la textura.
Por otra parte, y cambiando completamente de estilo (ya que "en la variedad está el gusto", como dice el refrán), os presento "Serie cuadrada":
Ya conocíais una parte de las tres que lo componen. Aquí aparece el cuadro ya compuesto y colgado en su correspondiente pared. Como comenté en su día, está realizado en distintos barros refractarios (blanco, rojo y negro), de ahí sus distintos colores, ya que no está coloreado en modo alguno.
Por último, subo una foto de un cuadro pequeñito como muestra de la técnica del nerikomi. Esta consiste en la mezcla aleatoria de varios barros, en este caso, barro refractario negro y blanco.
Más ejemplos de esta ténica los podéis encontrar en las páginas de este blog (cuenco y "mi amigo").
miércoles, 2 de diciembre de 2009
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