En esta entrada pretendo resumir los resultados de esta cocción experimental.
Tras su correspondiente espera, pudimos ver lo que habíamos cocido... (Para los que se lo perdieron, véase "Experimentando..." ).
De las piezas que salieron "bien", esta es la más pobre en color. Por su ubicación en el horno y, seguramente, una falta de temperatura, cogió pocos matices.
Esta, al contrario que la anterior, ha quedado con muchos matices, y con unos tonos negros muy brillantes (como se puede ver en la foto que abre la entrada).
Este agradable resultado lo achaco, principalmente, a una entrada de aire que se hizo (ella solita) muy cerca de donde se encontraba esta pieza. El azar, o las musas, están en nómina y nos echan una manita de vez en cuando.
Este es el resultado de la bola que envolvimos en el aluminio (con la sal y el café dentro).
Me gusta el aspecto que ha cogido, un poco astral. Va a ser la parte principal de una escultura que tengo en mente (en cuanto tenga tiempo, claro).
Y he aquí la pieza más colorista de toda la cocción.
Se pueden apreciar las marcas que dejó el hilo de cobre sobre la superficie de la pieza. (Para recordar la preparación véase la entrada anterior: "Experimentando...").
Tiene gran variedad de tonos rosas, granates, azules, morados,...
No pongo las fotos de las piezas de las terras, porque no merecen la pena (apenas salieron unos brillos, bonitos, pero escasos), aunque creo que en futuras cocciones podremos obtener algo.
Pendiente para la próxima cocción: probar de nuevo con terra sigillata, de varios tipos, pero procurando aumentar la temperatura. Creo que pusimos poco serrín y viruta (vamos, poca temperatura), y no salieron todos los matices que se podían obtener.