martes, 23 de abril de 2013

Torneamos, que no es poco.






Surfeando en la cresta de la crisis (y cruzando los dedos para no pegarnos un remojón...) vamos instalando el taller.

Nuestra siguiente dotación ha sido UN TORNO. Tras un tiempo de búsqueda infructuosa de un torno bueno, bonito y barato, nos decidimos a hacerlo nosotros mismos: no tendremos dinero, pero sí ingenio y determinación.





Con esto de la crisis, nos estamos haciendo superecológicos, reutilizando todo lo que podemos; así que, siguiendo esta filosofía, nos hemos hecho el auténtico torno de reciclaje; he de decir que este punto no es cierto del todo, porque el eje, los platos y los rodamientos son nuevos (¡que conste!)

Plato, dado la vuelta, con un casquillo soldado, para meter el eje.
Rodamiento inferior.
Rodamiento superior.

Partiendo de la tapa de una mesa camilla del año de la tos, y utilizando a modo de cincho una tira de tablero finito que nos sobró de hacer los stands de las ferias, nos hicimos la rueda del torno.

Vista inferior: se ve el tablero de la camilla, al que hemos atornillado un plato con un cilindro soldado, al que irá sujeto el rodamiento de abajo.



Le pusimos unos cuantos kilos de cemento para que tuviera peso y sirviera de rueda de inercia.










 Y diréis "¿se les olvidó el vaso de cerveza metido en la rueda?". Pues no, lo metimos adrede, para el paso del eje.





 
Y aquí se ve la rueda ya acabada.











Secándose (...lo que tarda en secar el cemento en una primavera fría y lluviosa...)








Tras hacer la estructura del torno con hierros, por supuesto, reutilizados, nos dispusimos a colocar rodamientos y demás.

Colocamos el  rodamiento superior atornillado al travesaño superior.
Los más observadores pensaréis "¿y por qué está cortado el hierro y soldada una pletina, en vez de estar atornillarlo directamente al travesaño?". ¡Curiosos! Fue un pequeño fallo de cálculo con la consiguiente rectificación..



Soldamos una pletina en el centro del travesaño inferior (en esta ocasión fue por el material del que disponíamos: el hierro no daba la anchura suficiente) y le atornillamos el rodamiento donde nos pedía el eje, para estar bien vertical.








Montamos la rueda y el eje (no sin esfuerzo).







Aquí veis el torno ya en su ser, pero sin el asiento.







Siguiente paso: colocar la estructura del asiento, darle una manita de pintura (que le mejora mucho el aspecto) y poner una bandeja para recoger la barbotina (un plato de tiesto de plástico).













Redoble de tambor:

          ¡¡Gran estreno!!


Posteriormente añadimos una mejora: pintamos la rueda con pintura antideslizante, para que no perdiera cemento al darle las patadas, pero como aún así perdía, terminamos por ponerle un suelo de goma.
 




Vista actual: evidentemente, ya está utilizado ;-)

11 comentarios:

  1. Uauuuu!! Qué chulo!!! Yo siempre quise tener un torno de pie... este es precioso!!!
    Os felicito!!!
    besos
    Eli

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    1. Gracias Eli,
      ahora solo falta usarlo muuuuucho.
      Un abrazo

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  2. Que chulada, y tus manos torneando en vez de las de mi padawan; enhorabuena por el torno y por esas piezas cerradas, que tienen mucha complicación. R

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    1. El padawan también lo ha probado, incluídas las pruebas de seguridad :-) Y si no, que explique Laura por qué el asiento que se ve en la foto del gran estreno es diferente del asiento que tiene en la última foto con el estado actual...

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    2. Bahh!! Un pequeño problema sin importancia (aunque casi le cuesta un brazo roto a Fernando, pero solo casi). Y es que ya no hacen los tableros como antes y claro, cuando le dio unas cuantas patadas al torno cascó el asiento y se pegó la torta padre... Si es que ¡es muy pesado! ;-)
      De todas formas Roberto, a ver si le echas tú la bronca y a ti te hace más caso, porque yo le digo que se ponga a tornear y siempre encuentra una excusa.

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  3. mu grandes, sois mu grandes...hasta para romper un asiento.

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    1. Bueno, este ya no se rompe ;-) Cuando quieras te pasas por aquí a probarlo ¿eh?
      Un beso

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  4. Wooow. Me encanta vuestro torno. Lo he encontrado de casualidad, pero me parece una idea chulísima :)

    (creo que os ha faltado que tenga una pantalla para que no os manche la pared, pero son gajes del oficio ;) )

    Como idea, os diré que también podríais haber fabricado uno de mano con una torneta. Es un poco más complicado d manejar, pero es realmente muy muy chulo.

    Suerte con el taller

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    1. Hola. Gracias por tu visita virtual y por el comentario. He visto que somos paisanos, así que cuando quieras puedes pasar a ver el torno en persona ¿vale?
      Un saludo

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  5. Hola, tengo una pregunta respecto a la rueda de concreto. Cómo se soporta el peso de la rueda?? Tiene prisioneros que la sostienen?? o la pieza metálica que atornillaron a la ruedad de madera descanza sobre el rodamiento inferior??

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    1. Hola:

      En primer lugar perdona, este comentario se había ido al SPAM y me acabo de dar cuenta de que estaba ahí.

      El disco que está atornillado a la pieza de madera tiene soldado además un casquillo de la medida del eje (medio se ve en la foto). Es lo mismo que en el plato, pero, por supuesto, aquí está abierto del todo para que pase el eje. Ese casquillo tiene dos prisioneros, lo que pasa es que al final eran muy pequeños y no sostienen bien el peso y se va cayendo según le vas dando patadas. Así que al final la rueda, mediante ese casquillo, descansa sobre el cojinete inferior, que también tiene un casquillo de la misma medida. Además vimos que así la rueda estaba a una distancia muy buena del asiento para hacerla girar con el pie.

      Si no hubiese sido buena la medida y la rueda hubiera tenido que quedar más alta, habíamos pensado dos soluciones: la primera era hacer unas muescas en el eje para que los prisioneros entrasen un poco e hiciesen más fuerza; y la segunda, utilizar un casquillo de la medida adecuada entre la rueda y el cojinete.

      Gracias por tu visita

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